
EL VIENTO
Náufrago misterioso y sonriente que ululas imponente sobre el mar y en el escollo de las rocas cantas, con tu canto de amor y de pesar. Tu ritmo te delata entre las algas, en la espuma, en la arena y el coral. Destrenzas los cabellos de las niñas, y en el recodo de los bosques juegas envolviendo entre giros alma errante, los fantasmas azules de la espera. Fluyes y en tus fluidos misteriosos adormeces al sol la enredadera, aprisionas las briznas en tu seno y meces la corola de la flor, te retuerces gimiendo en los cipreses, siempre en ágil vaivén, en movimiento y a tu paso sutil leve o violento en el vuelo del ave te adormeces. Ebrio de luz en el sendero lejos, se escucha resoplar tu dulce acento en el reflejo mágico del eco y el cálido ulular de tus lamentos.