EL VIUDO FELIZ
Obra de Teatro en un solo Acto
En un terreno baldío, n hombre de unos setenta años, pelo cano, barba rala, ojos negros aún con brillo, luce tan viejo como sus ropas; en la mano derecha tiene una vara que le sirve de apoyo, camina despacio, fijando la mirada aquí y allá. Escruta minuciosamente cada rincón, con la esperanza de encontrar algo valioso entre los desperdicios. Con su mirada ansiosa hurga todo el terreno. Se mueve con precaución, rebusca meticulosamente, sus ojos no dejan espacio alguno sin escrutar una y otra vez. Algunas cosas valen la pena, en ocasiones encontró una pluma de plata y hasta anillos y aretes de oro, cuyos dueños perdieron al tirar los deshechos. Así que del reciclaje vive y no se siente de manera alguna avergonzado. Todo lo que logra recoger lo almacena y luego lo separa en montones que apila por género y utilidad, así es mucho más fácil entregarlos en los lugares de acaparamiento. Reconoce abiertamente, que en la actualidad ese es su “modus vivendi”. Una parte de sus “tesoros” van a terminar al mercadillo en donde los “chamberos” entregan lo adquirido. - Aquí estoy, deambulando entre estos escombros, la desdicha no me degüella, ¡no! Aquí están mis miserias tendidas bajo el sol… - Siempre encuentras algo que unos tiran y otros como yo, les haya utilidad. La voz gangosa resuena en el silencio